La Importancia de la Apologética en la Relación con los No Creyentes
La comunicación de Dios a través de su Hijo Jesucristo y la transmisión fiel de esta verdad revelada a través de la sucesión apostólica forma parte del depósito de la fe, que ahora se confía en el Magisterio de la Iglesia. Como creyentes en Cristo, nos queda claro que este lenguaje de carácter dogmático es el adecuado para nosotros, pero que necesita variar cuando interactuamos con los no creyentes.
En este sentido, es fundamental encontrar un lenguaje universalmente válido que nos permita aproximarnos en un diálogo respetuoso y enriquecedor con las personas de otras creencias religiosas. La declaración conciliar "Dignitatis humanae" establece dos principios fundamentales para cualquier relación con personas de otras creencias religiosas:
- Libertad de conciencia: Todos los seres humanos tienen el derecho y el deber de buscar la verdad según sus propias capacidades. Nadie tiene derecho a imponer a otro una determinada creencia religiosa.
- Libertad religiosa: Todo ser humano tiene derecho a profesar públicamente su fe. Ninguna autoridad tiene derecho a impedírselo. Es un derecho humano.
Cómo Relacionarse con los que no Son Católicos
Factores a Considerar
- Tolerancia religiosa: Respetar a todos, más allá de cualquier diferencia en cualquier campo, especialmente el filosófico o religioso. Para el cristiano auténtico, más que hablar de tolerancia, sería mejor hablar de amor hacia todos.
- Diálogo: Se realiza entre gente dispuesta a compartir la propia manera de ver las cosas y al mismo tiempo respetuosa de la manera de ser y pensar de los demás. Se trata de escuchar y hablar, dar y recibir, compartir.
Hay diferentes tipos de diálogo:
- Ecuménico: se realiza entre cristianos, en busca de la unidad querida por Cristo (Jn 17,21).
- Interreligioso: se realiza con gente no cristiana, subrayando el esfuerzo común por descubrir el misterio de Dios. Se privilegian las religiones monoteístas: judaísmo e islamismo.
- Atrio de los gentiles: se realiza con gente no creyente, preocupada por la búsqueda del sentido último de las cosas.
Apologética
No todos están dispuestos al diálogo. Hay gente que, sin ser dispuesta a escuchar, busca conquistar a los demás utilizando métodos lícitos e ilícitos. En este caso, es oportuno utilizar los recursos que ofrece una sana apologética, cuyo objetivo fundamental consiste en fortalecer la fe del católico, teniendo en cuenta la realidad concreta en que se encuentra cada uno, de manera tal que no se deje confundir por los que tratan de alejarlo de la Iglesia.
Para lograr esto, es importante que cada católico sepa lo siguiente:
- Identidad católica: La Iglesia Católica es en plenitud aquella única Iglesia que fundó Cristo personalmente cuando vivió en este mundo y llegará hasta el final de los tiempos; las demás organizaciones religiosas fueron fundadas por hombres pecadores a lo largo de los siglos por circunstancias diferentes y, aunque contengan muchos elementos positivos, de todos modos, en su conjunto, no alcanzan la misma plenitud de verdad y medios de salvación, presente en la Iglesia Católica por tener a Cristo como fundador.
- Respuesta a los ataques: Para cada objeción o ataque contra la Iglesia Católica existe en la Biblia una respuesta apropiada. Por eso es sustantivo conocer la Biblia.