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Beatas Fidela Oller y Josefa Monrabal, religiosas mártires

30 de agosto

Fidela Oller

Natural de Banyoles (Girona). Nació el 11 de septiembre de 1869. Sintió la llamada del Señor a los 17 años e ingresó en el Instituto de Religiosas de San José de Gerona. En 1892, emitió los votos. Ofreció su servicio en varios hospitales cuidando a los enfermos con mucho amor y dedicación. Fue superiora en diversas comunidades.

En 1927, con un grupo de Hermanas, fundó la comunidad de Gandía. Destacó por su don de consejo y cercanía, y por su vida de piedad, prudencia y sencillez, siendo un ejemplo para todos.

Perseguida como religiosa y superiora, fue arrestada y martirizada por los milicianos en el camino de Xeresa (Valencia) el 30 de agosto de 1936. Su vida fue una preparación continua, y, ante la llamada apremiante del Señor, madre Fidela respondió con heroísmo a los 67 años de edad.

 

Josefa Monrabal

Nació en Gandía (Valencia) el 3 de julio de 1901. Fue una joven piadosa y caritativa con sus compañeras y con los pobres. Desde pequeña sintió el deseo de consagrarse al Señor pero circunstancias familiares se lo impidieron.

En 1928, ingresó en el Instituto de Religiosas de San José de Gerona. Profesó en 1931, y en 1934, hizo la profesión perpetua. Fue destinada a la comunidad de Villarreal (Castellón de la Plana) para el cuidado de los enfermos a los que servía con mucho amor y dedicación.

Para la hermana Josefa todo tenía gran valor, vivía entregada al Señor y decía: “Me gustaría ser mártir y ofrecer mi vida por la conversión de los pecadores si esa es la voluntad de Dios”. Expulsada con violencia de la comunidad en 1936, buscó refugio en la casa de su hermano en Gandía. Allí fue arrestada y llevada al martirio junto con la madre Fidela. El Señor la invitó a ofrecer el supremo sacrificio de amor a los 35 años de edad.

Fueron beatificadas en la Catedral de Santa María, en Girona, junto con su compañera de religión Facunda Margenat