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Beatos Michal Tomaszek, Zbigniew Adam Strzalkowski, presbíteros y mártires

9 de agosto

Breve biografía del P. Miguel Tomaszek, OFM Conv.

El seno de la familia católica y la presencia de los Franciscanos en el cercano Santuario de Rychwald, marcaron desde temprana edad el camino del joven Miguel. Tal vez por eso eligió al Seminario Menor de los Franciscanos en Legnica como lugar de su educación secundaria.

Superando primeras dificultades, propias de cada alumno, logro buenos resultados gracias a su constancia, esfuerzo y dedicación. Los años de estudio en el Seminario fueron además tiempo de una profunda reflexión acerca del camino a seguir que dio como fruto la decisión de servir a Dios como hijo de San Francisco.

Muchos dones de su rica personalidad salieron a la luz ya en el Noviciado que empezó en el año 1980 en Smardzewice. La profesión de los votos le abrió el camino para empezar los estudios de filosofía y teología en el Seminario Mayor de los Padres Franciscanos Conventuales en Cracovia. Fue allí precisamente donde afloraron en toda su plenitud las cualidades personales con las cuales Dios lo había enriquecido y que él supo cultivar desde su infancia.

Profesó sus votos solemnes el ocho de Diciembre del año 1984 en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María y el merecido título de Maestría en Teología selló su preparación para el sacerdocio. La ordenación sacerdotal que recibió el día 23 de Mayo de 1987 ha hecho de él un instrumento de Dios al servicio de todos los que buscan la Palabra Divina.

Sus primeros pasos como sacerdote los dio en la parroquia de Piensk. Luego de dos años de fructífero trabajo se ha cumplido su anhelado sueño de ser misionero. Los superiores aceptaron su petición de viajar al lejano país del Perú a la recién fundada misión de Pariacoto en los Andes peruanos donde ya se encontraban los Padres Jaroslaw Wysoczanski y Zbigniew Strzalkowski.

Así se ha formado la pequeña y joven comunidad franciscana en la que pudo poner en práctica lo mejor y más hermoso de sus carismas: el amor y la preocupación por los niños. En poco tiempo se ganó el cariño y respeto de los pequeños a los cuales enseñaba los caminos de Jesús y de su Evangelio atendiendo con amor y paciencia sus «grandes» problemas.

El gozo con el que anunciaba el Evangelio trajo como fruto la corona del martirio. Fue asesinado por los terroristas de Sendero Luminoso la noche del 9 de Agosto del año 1991 poco después de celebrar su última misa junto con el Padre Zbigniew Strzalkowski. Se apago la vela de sus vidas y se encendió la antorcha de la inmortalidad.

 

Breve biografía del P. Zbigniew Strzalkowski, OFM Conv.

Nació el 3 de julio de 1958 en Tarnów, Polonia, y fue asesinado el 9 de agosto de 1991 en Pariacoto, Perú.

Vino al mundo un caluroso día de verano tres de Julio del año 1958 en la tierra de Tarnów (Tarnovia). La casa paterna fue para él cuna de valores cristianos con los que creció y se educó. Su joven corazón descubrió la omnipresente bondad de Dios y Su inmenso amor. Terminó la primaria en la escuela de Zawada, su pueblo natal. Luego se preparó profesionalmente estudiando en la Escuela Superior Técnica de Tarnów. Trabajó un tiempo como mecánico en el parque industrial en Tarnowiec en un taller de mecánica.

Siendo ya profesional sintió el llamado de Dios y finalmente decidió ofrecer el resto de su vida al Señor siguiendo el camino trazado por San Francisco de Asís.

Es así que escogió la vida religiosa y en el año 1979 comenzó sus estudios en el Noviciado en Smardzewice. Al año siguiente, el día 2 de Noviembre de 1980 hizo su primera profesión religiosa y luego comenzó sus estudios filosóficos y teológicos en el Seminario Mayor de los Padres Franciscanos Conventuales en Cracovia. Aplicado al estudio se dedicó con empeño a la formación de su personalidad a una profunda preparación intelectual. Recibió su ordenación sacerdotal el día siete de Junio del año 1986 en Wroclaw e inmediatamente fue enviado al Seminario Menor en Legnica donde se dedicó con mucha responsabilidad a la formación y educación de los jóvenes.

Tuvieron que pasar dos años para que pueda realizar su sueño de trabajar como misionero. El día 28 de Noviembre de 1988, luego de una corta preparación, dejó el suelo que lo vio nacer para venir al Perú. Su primera experiencia de trabajo pastoral la tuvo en Moro un pueblo cerca de Chimbote en la sierra de Ancash, en donde también aprendió el idioma. Y luego junto al Padre Jaroslaw Wysoczanski, el día treinta de Agosto de 1989 llegó al pueblo de Pariacoto donde la Provincia de San Antonio de Padua de Polonia decidió abrir una nueva misión.

Con mucha alegría y entusiasmo se pusieron a planificar el trabajo esperando la llegada del Padre Miguel Tomaszek. El Padre Zbigniew como hombre práctico se ha preocupado no sólo por las almas de sus nuevos feligreses, sino también por sus problemas cotidianos, que aquejaban a los habitantes de su misión como la falta de agua potable, las sequías, los huaycos.

Muchos lo vieron trabajar mano a mano con los campesinos limpiando los canales de regadío, aconsejando a los trabajadores, animando a la gente, buscando siempre elevar el nivel de vida de los pobladores. Con especial atención trataba a los ancianos y enfermos a los cuales ayudaba gracias a sus conocimientos de medicina ganándose el cariño de los pobladores que lo llamaban «padre doctorcito».

Muchos de sus sueños se han visto truncados al ser brutalmente asesinado por los terroristas de Sendero Luminoso la noche del 9 de Agosto del año 1991 después de la misa junto con su compañero, Padre Miguel Tomaszek.

 

El martirio

El día viernes 9 de agosto de 1991 en la casa religiosa de Pariacoto el P. Zbigniew se encontraba solo con los tres postulantes. El superior estaba de viaje, y el P. Miguel estaba retornando en la camioneta de la misión, acompañado de un grupo de catequistas, de Huaraz, donde participaron en una actividad formativa.

En el pueblo todo parecía transcurrir con la rutina de lo normal. Sin embargo un desconocido dialogaba en plena plaza con el P. Zbigniew, con evidentes signos de cierta animosidad. Un joven insistía preguntando sobre la hora del esperado retomo del P. Miguel, lo que después de los hechos no pareció pura curiosidad.

Hacia el atardecer unos extraños comenzaron a pintarrajear las paredes de los edificios frente a la plaza y el edificio de la municipalidad. Al anochecer los invasores, armados y con los rostros cubiertos, arrestaron al alcalde, buscaron sin resultado al gobernador de distrito y a unos acusados de robo del ganado.

Luego se presentaron en la Iglesia como los "compañeros" y tocaron la puerta de la entrada y reclamaron la presencia de los religiosos "para hablar con ellos". Los ataron de manos y los llevaron en las camionetas de la misión hacia la municipalidad, que no dista mucho de la parroquia, dejando, a insistencia de Zbigniew, a los postulantes.

Luego el mando político del grupo les increpó, en la presencia de una religiosa, dentro de la camioneta secuestrada de la misión, y los trasladaron a ellos y al alcalde al Pueblo Viejo, y en las inmediacio­nes del cementerio los ejecutaron junto con el alcalde de Pariacoto. Perpetrado el crimen se retiraron en las camionetas secuestradas hacia Cochabamba, encontraron en el camino al alcalde de Cochabamba que bajaba a su casa en Pariacoto y lo ejecutaron igual.

El pueblo participó con espontáneas muestras de reconocimiento del valor de la muerte de los Padres. Muy dolorido manifestó valientemente y abiertamente su protesta contra lo injusto y hasta absurdo de esta muerte en todas las etapas del proceso fúnebre.