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San Lorenzo de Frazzanò, monje

30 de diciembre

Nuestro Redentor y Salvador Jesucristo, deseando dar medicina y remedio a la generación humana, nos dio al glorioso san Lorenzo, confesor, el cual, habiendo nacido en una villa llamada Frainos (Frazzanò), en el condado de San Marcos, y antiguamente llamada ciudad de Acre, un cierto cristiano de buena y santa vida, inspirado por el Autor de todo, tuvo una admirable visión, en la que tan pronto le parecía estar en vigilia como en sueño; en esta venerable noche vio claro y manifiesto el templo o iglesia decorada de santos, y oyó tocar las campanas con tan admirable estrépito, que parecía que las cuatro partes del mundo resonaran por gran espacio de tiempo. Y al fin de tal estrépito fue escuchada esta voz: « En esta gloriosa noche ha nacido un hombre que será para mí vaso de elección, y la fama de cuyos milagros resonará por todo el mundo, corroborando la fe cristiana...»

Así comienza el «Notamento» o «Anotación del nacimiento del beato Lorenzo de Frazzanò y su vida, traducida del griego al italiano por orden de Monseñor retana, Arzobispo de Messina». Los datos que poseemos sobre él son, desde luego, muy escasos, a pesar de la longitud del "Notamento", cargado de milagros y hechos prodigiosos.

Nació probablemente en torno al 1116, en el pequeño pueblo de Frazzanò. Sus padres murieron en el término de un año, dejando al niño huérfano al cuidado de la joven madre de leche Lucía, una vecina. A los seis años, después de los primeros acercamientos a la liturgia y la Escritura, Lorenzo pidió a Lucía poder estudiar las letras divinas y humanas. Así, fue dirigido al monasterio basiliano de San Miguel Arcángel en Troina, donde el joven sorprendía a todos por sus dotes humanas y religiosas. El propio obispo de Troina lo invitó a vestir el hábito de monje basiliano y recibir las órdenes menores y mayores. Con sólo 20 años Lorenzo era ya sacerdote y su fama se extendía por la región. Fue al monasterio de Agira, y los fieles lo seguían para escuchar las palabras del santo. En 1155 aproximadamente Lorenzo entró en el monasterio de San Felipe de Fragala. Durante este tiempo, Lorenzo hizo lo posible por hacer para hacer construir en Frainos (es decir, Frazzanò) una iglesia dedicada a San Filadelfo. En el otoño de 1162 se puso fin a la labor de la nueva iglesia de Todos los Santos, que deseaba «en honor a la Santísima Trinidad». Murió el 30 de diciembre de ese año. Su fama de santo obrador de prodigios sigue vigente en la región.

Puede leerse el "Notamento" (en italiano) en la página dedicada al santo en el pueblo de Frazzanò, donde también hay abundantes imágenes, documentación, y otros apuntes relacionados con el santo. Los datos biográficos fueron tomados de la breve noticia de Santi e Beati.