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San Pirmino, abad y obispo

Pirminio

La primera evangelización del antiguo gran ducado de Baden fue principalmente obra de varios monasterios, entre cuyos fundadores se distinguió san Pirmino. Probablemente era originario del sur de la Galia o de España y salió de allí huyendo de los moros. Pirmino restauró la abadía de Dissentis, en Grisons, que había sido destruida por los ávaros. Pero, sobre todo, es famoso porque fue el primer abad de Reichenau. En efecto, el santo fundó dicho monasterio el año 724, en una isla del lago de Constanza. Según se dice, fue la primera abadía benedictina en tierra alemana. En una época, la influencia de Reichenau rivalizó con la de Saint Gall. Por razones políticas, el fundador fue desterrado de allí y pasó a Alsacia, donde fundó el monasterio de Murbach, entre Tréveris y Metz. También fundó la abadía benedictina de Amorbac, en el sur de la Franconia. Se atribuye a san Pirmino un manual de instrucción popular, muy conocido en la época carolingia, llamado «Dicta Pirmini» (Palabras de Pirmino) o Scarapsus. Murió el año 753.

Existe una biografía latina de Pirmino, escrita en el siglo IX. Ha sido editada, tomando por base diversos manuscritos antiguos, en Monumenta Germaniae Historica, Scriptores, vol. xv, y en Acta Sanctorum, nov., vol. II. Dicha biografía, muy corta y escueta, compuesta por un monje anónimo de Hombach, fue la fuente principal de una biografía posterior más vaga y escrita en verso. En Acta Sanctorum hay una introducción muy completa para ambas biografías. Véase también E. Egli, Kirchengeschichte Schweiz (1893), pp. 72-82; J. Clauss Die Heiligen des Elsass (1935), pp. 246-247; G. Jecker, en Die Kultur der Abtei Reichenau, vol. I (1925), pp. 19-36, y Die Heimant des hl. Pirmin (1927) del mismo autor; Der Heilige pirmin un sein Pastoralbüchlein, Jan Thorbecke, ed. Sigmaringen, 1976, contiene una breve introducción y traducción al alemán de los «Dicta Pirmini».
En la imagen: iluminación donde se puede ver al centro a la Madre de Dios con el Niño rodeados de todas las construcciones de Raichenau, con san Pirmino a la derecha (con quien habla la Virgen) y Witigowo, a la izquierda, también abad y fundador. De un manuscrito de la «Gesta Witigowonis», del siglo X.