Gracias a la misericordiosa
ternura de nuestro Dios
que nos traerá del cielo
la visita del sol naciente.
alma canta la grandeza del Señor,
mi espíritu se estremece de gozo en Dios,
mi Salvador, porque él miró con bondad
la pequeñez de su servidora.
De su misericordia se acordó,
por eso todos me llamarán feliz.
Muy grandes cosas el Todopoderoso
ha hecho en mí, ¡su Nombre es Santo!