Si osáramos poner en El nuestra confianza,
como lo hizo Francisco, nuestra confianza
nuestra confianza, si osáramos.
Entonces, quién podrá decir las maravillas
que el Señor haría en nosotros, las maravillas,
como en Francisco, si osáramos.
No obstante la fragilidad que nosotros tenemos,
Dios nos tiene una gran confianza, una gran confianza,
a pesar de nuestra fragilidad.
Necesitamos recobrar esta confianza,
intuir y experimentar la presencia viva,
presencia viva de nuestro Dios.
Si osáramos poner en El nuestra confianza,
como lo hizo Francisco, nuestra confianza
nuestra confianza, si osáramos.