El cazador

Me has forjado caminante, buscador de horizontes más lejanos y claros, más lejanos y claros. Ser un rastreador paciente de tus huellas amadas es la Cruz que yo abrazo, es la Cruz que yo abrazo. Señor, que esté mi corazón velando ardiente. Cuida que no me olvide   de mi destino. Que nunca la soberbia    esté en mi frente. Mantenme como humilde peregrino, cazador paciente,   viajero en camino. Como el cazador que anhela y no alcanza su presa, desfallezco y me canso, desfallezco y me canso. Me detengo y eso es vano, sólo vivo si pongo mi esperanza en lo arduo, mi esperanza en lo arduo. Si mi marcha te conmueve y alivianas mi carga, y agilizas mis pasos, y agilizas mis pasos. Nos veremos una aurora y sabré al alcanzarte que soy yo el alcanzado, que soy yo el alcanzado.