El Señor es mi pastor, nada me puede faltar.
El Señor es mi pastor, nada me puede faltar.
En verdes praderas él me hace descansar,
me conduce a las aguas tranquilas
y repara mis fuerzas.
Por el recto sendero me guía, por amor de su Nombre.
Aunque cruce oscuras quebradas, no temeré ningún mal
porque tú estás conmigo:
tu vara y tu bastón me infunden confianza.
Tú preparas ante mí una mesa, frente a mis enemigos;
unges con óleo mi cabeza y mi copa rebosa.
Tu bondad y tu gracia me acompañan
a lo largo de mi vida;
y habitaré en la Casa del Señor,
por muy largo tiempo.
Salmo 22 - El Señor es mi pastor (4to Cuaresma A) - Letra y Acordes