Que alegría cuando me dijeron (Sal. 121)

Qué alegría cuando me dijeron: Vamos a la Casa del Señor. ° Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén. Jerusalén está fundada como Ciudad bien compacta. ° Allá suben las tribus, las tribus del Señor. Felicidad te auguramos, prosperidad al que te ama, felicidad entre tus muros, en tus palacios haya paz. Por mis hermanos y compañeros, voy a decir: La paz contigo. Por la Casa del Señor, nuestro Dios, te deseo todo bien. Según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor; en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David.