Acerca De La Mirada De Los Amigos

Con los amigos, basta mirarse: Puente invisible quieto se tiende. Brillo de vida, punto de encuentro... Juntos cruzamos por ese puente. Y así en el medio nos encontramos y nos sabemos los dos hermanos. Aunque voy manso ante el misterio el otro es otro, y lo respeto. Nada se guarda ni se mezquina, caen las defensas, sólo confías. No sé si existe otro acercarse Em7/9 /9 más sabio y niño que así mirarse. mis alegrías francas y claras se realimentan de estas miradas, con que me intuyen, con que me curan y me abren puertas, y me disfrutan. Y yo me quedo allí, sin prisa, como habitante de esas pupilas. Limpias miradas, limpias ventanas donde asomarnos alma con alma. Y descansarnos de tanto viaje recuperarnos de soledades... ¡Gracias por darme tan santo sitio: otro paisaje no necesito! Siempre me asombro cuando me miran con fe tan pura, con luz tan viva. Me sobresalta sentirme amado: más que miradas son casi manos, que se aproximan como un abrazo que en cofre oculto yo voy guardando. Por tal regalo nunca hice tanto: yo no merezco un don tan alto. Sólo me queda mirar confiado y hacer mi parte del puente amado... Y al Dios que me ama, lo miro y pido: “Guarda en tus ojos a mis amigos”