El Señor asciende entre aclamaciones,
el Señor al son de trompetas.
Todos los pueblos aplauden con palmas,
y aclaman a Dios con voces de alegría,
porque el Señor, el Altísimo es temible,
y soberano de la Tierra entera.
Canten a Dios un himno hermoso,
entonen salmos a nuestro Rey,
Dios sube entre voces de alegría,
el Señor llega al sonido de trompetas.
El es el Rey de toda la Tierra,
cantémosle a él con nuestra voz,
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado.