Llora el trigal en el campo por sus tronchadas cabezas
cuando el campesino canta el gozo de la cosecha.
Llora la vid su racimo cuando el trapiche lo traga
para convertir en vino la riqueza de su savia.
Y LAS MESAS DE LOS HOMBRES, SE ALEGRAN DE PAN Y VINO
CON LAS ESPIGAS MOLIDAS Y LOS GRANOS EXPRIMIDOS.
Por eso Dios esta noche, pobre semilla en el surco,
como el trigal y las viñas llora su destino oscuro.
Triturada por desprecios será alimento su carne,
y exigida por la espada será alegría su sangre.
Y SABRÁ EL HOMBRE DE NUEVO, AUNQUE RESULTE MUY DURO,
QUE DEBE MORIR EL GRANO PRETENDE SER FECUNDO.