Con una canción de la Navidad,
desde la alta montaña viene el pastor.
Quiere a regalar, al niño Jesús,
coronas de luz hechas de amancay.
Traigo para ti, niño de Belén,
la música escondida del manantial.
Traigo el cascabel de la soledad
que se enamoró del amanecer.
Yo he visto brillar en la Cruz del Sur
gotas de rocío,
Llorarán también tu muerte Señor,
las estrellas que alumbran por tu amor.
Rubio chiquilín, labios de coral,
desnudo como el agua quiso nacer.
Llenos de bondad los ojos del buey,
igual que a una flor te contemplarán.
Y como el zorzal, mi niño Jesús,
cantar así pudiera, para alegrar
tu sueño feliz, porque al despertar,
ya comenzarás a llevar la cruz.