Yo nací para la Cruz, porque nací para el amor;
mi alma anhela padecer, la pasión de mi Señor.
Su sufrimiento compartir, por Él mi sangre derramar;
porque sus clavos son mis clavos, y su pasión es mi pasión.
La cruz enciende un fuego, que abraza el corazón;
viene a encender las almas, con el fuego del amor.
Y a construir en ellas, un hogar para el Señor.
Esta es la Cruz de Cristo, y este es el Cristo de la Cruz;
y el que a la Cruz contempla, contempla a Cristo en la Cruz.