Aquí estoy Señor
para hacer tu voluntad.
Esperé confiadamente en el Señor,
él se inclinó hacia mí, y me escuchó.
afianzó mis pies sobre la roca.
Puso en mi boca un canto nuevo,
un himno de amor a nuestro Dios.
Feliz quien confía en el Señor.
Que tu amor y tu fidelidad
me protejan, mi Dios, sin cesar.
Tu eres mi ayuda y Salvador.