Madre
Madre, hoy quiero hablarte una vez más
y estar cerca de tu corazón, junto a vos.
Y quiero contarte que ya estoy
en la lucha diaria por lograr la santidad.
Quiero que Tú me vayas guiando
por este camino que escogí...
ser como el Padre.
Pero tengo miedo de caer
y en la oscuridad no ver
pero Madre, tú estarás allí.
El mal va dejando huellas tras de mí
pero el joven quiere construir un mundo nuevo
donde el hombre tenga que luchar
para que Cristo pueda reinar junto a su Padre.
Ser respuesta para el mundo es la misión
y yo, Madre me consagro a vos por entero.
Sos la dueña de mi corazón
Madre humilde, esclava del Señor,
hazme fuerte en la alianza de amor.