Madre

Madre, hoy quiero hablarte una vez más y estar cerca de tu corazón, junto a vos. Y quiero contarte que ya estoy en la lucha diaria por lograr la santidad. Quiero que Tú me vayas guiando por este camino que escogí... ser como el Padre. Pero tengo miedo de caer y en la oscuridad no ver pero Madre, tú estarás allí. El mal va dejando huellas tras de mí pero el joven quiere construir un mundo nuevo donde el hombre tenga que luchar para que Cristo pueda reinar junto a su Padre. Ser respuesta para el mundo es la misión y yo, Madre me consagro a vos por entero. Sos la dueña de mi corazón Madre humilde, esclava del Señor, hazme fuerte en la alianza de amor.