Por vos madrugo Señor
sediento de tu presencia
sufre mi alma tu ausencia
como el seco salitral
tu gloria vengo a buscar
añorando tu querencia.
Ya que tu amor nos da vida
mis labios te han de cantar
siempre te he de recordar
bendiciendo tu memoria
si me has llenao con tu gloria
como no me he de alegrar.
Te recuerdo hasta de noche
mientras mis sueños enriendo
en vos mi refugio encuentro
y a tu sombra hice mi nido
solo tu rostro he querido
como amor prendido dentro.
Los que campean mi vida
y buscan hacerme daño
morirán en desengaño
su muerte será violenta
le comerán la osamenta
los perros de algún extraño.
Que viva el que nos gobierna
que el Señor lo haga dichoso
pero al hombre mentiroso
que le haga callar la boca
que el Señor es nuestra roca
el Dios todopoderoso.
Te recuerdo hasta de noche
mientras mis sueños enriendo
en vos mi refugio encuentro
y a tu sombra hice mi nido
solo tu rostro he querido
como amor prendido dentro.