Cada Manana

Cada mañana al despertar, Quiero escuchar tu dulce voz, Que me susurra al oído, La hermosa forma de vivir. Quiero sentarme ante el altar, Que he construido para vos, Donde me encuentro cada día, Con la propuesta de Tu Amor. Quiero llenarme de tu presencia, Como el día se llena de la luz del sol, Ser transformada en un sagrario, Que le alcance al mundo todo tu esplendor. Quiero llenarme de tu presencia, Y salir al mundo a hablarle de vos, Que en cada rasgo que vos me diste, Te reconozcan todos como Salvador. Que mi alegría sea un manantial, Que cubra con su agua toda la maldad, Que la beba todo el que vague triste, Y apague el incendio de su soledad. Quiero llenarme de tu presencia, Como el día se llena de la luz del sol, Ser transformada en un sagrario, Que le alcance al mundo todo tu esplendor.