Salmo criollo 87 – Abandonao de tu mano

De día te pido ayuda, de noche levanto el grito; que llegue hasta Vos mi queja, llegue hasta Vos mi alarido. Estoy cargado de penas, casi al borde del abismo: me cuentan como a finao que ya no aguanta el camino. Me espera un hoyo en la tierra como al muerto que se ha ido, abandonao de tu mano en las sendas del olvido. Ya me dan por enterrao en las tinieblas, perdido; me apretaste contra el brete, me echaste encima el castigo. Se alejaron de mi lado hasta mis mismos amigos; igual que a una sabandija me miran mis conocidos. Estaquiao y sin moverme toda la noche suspiro. ¡La pucha que apreta fuerte la manea del destino! Todo el día estoy llamando buscando manos de amigo. ¿Será que te has de acordar cuando todo esté perdido? ¿O podrán agradecerte los que del todo se han ido? ¿Se cuentan tus maravillas en los pagos del olvido? Yo tengo un fueguito humilde dentro del alma, prendido; mientras espero que aclare suelo pegarle un soplido. ¿Se olvida el sol de salir cuando a la noche ha vencido? Mirame, Señor, la angustia, la traigo desde muy niño. La quemazón de tu incendio mi pajonal ha invadido, y la creciente del humo me ahoga como en un río. Lo mismo que una bandada dispararon mis amigos; y en medio de las cenizas la soledad es mi nido.