El Diario De Maria

Te miro a los ojos y entre tanto llanto Parece mentira que te hallan clavado Que seas el pequeño al que he acunado Y que se dormía tan pronto en mis brazos, El que se reía al mirar el cielo y cuando rezaba se ponía serio. Sobre ese madero, veo al pequeño Que entre los doctores hablaba en el templo Que cuando pregunté, respondió con calma Que de los asuntos de Dios se encargaba, Ese mismo niño, el que está en la cruz El Dios de los hombres se llama Jesús Ese mismo hombre, ya no era un niño Y en aquella boda le pedí más vino Que dio de comer a un millar de gentes Y a pobres y enfermos los miró de frente Rió con aquellos a quienes más quiso Y lloro en silencio cuando murió su amigo Ya cae la tarde, se nublan los cielos Pronto volverás atu padre eterno. Duérmete pequeño, duérmete mi niño Que yo te he entregado todo mi cariño - Como en Nazaret aquella mañana He aquí tu sierva, he aquí tu esclava. Saludos cordiales, desde Costa Rica, preguntas sugerencias: aparicio_diego@hotmail.com