Letanías al Espíritu Santo

El Espíritu es como el viento, sopla donde quiere y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Hay que ser como hoja seca y dejarse lle--var. Espíritu Santo, ven  a nosotros... Don del Amor, ven  a nosotros... Fuente de gracia, ven   a nosotros... Consolador, ven   a nosotros... Santificador, ven  a nosotros... Alma de la Iglesia, ven  a nosotros... Ven, Espíritu, a nuestras almas, quema nuestros corazones con el fuego de tu amor. Ayúdanos a amarnos de verdad. Haz del nuestro un Pueblo Santo que viva en la unidad Ven a nosotros, alégranos, haz que vivamos en el amor. (Ven a nosotros, alégranos, haz que vivamos en el amor.) Se repite esta última estrofa y su contestación tres veces.