Cantamos con la alegría del redimido
oveja echada a los hombros de su pastor
igual que el hijo esperado en el camino
moneda que una mujer perdió y encontró
Es eterna su misericordia,
su fidelidad y amor no tienen fin
grande es que Señor mi Dios que todo perdona
por compasión nos vino a redimir
En nuestro interior el gozo y la paz danzando
incendian la pena que el pecado dejó
La gracia sobreabundante que recibimos
en júbilo verdadero se transformó
La luz que llevamos dentro nos encamina
la buena noticia impulsa a la misión
con alegría anunciamos a todo el mundo
que Dios nos espera a todos con su perdón.