Virgencita de Huachana nos cautivaste el corazón, pequeña, simple y humilde tu gran amor nos atrapó. En el monte santiagueño te quisiste aparecer, cierto que es tierra santa: tu presencia la hace arder. Con promesas, con ofrendas a tu encuentro van tus hijos que no importan los problemas pues la fe los deja chicos. Caminando o a caballo, en bici, en moto o en camión, tus devotos peregrinos piden hoy tu bendición. Virgencita de Huachana estamos a tu disposición, queremos siempre servirte, ser instrumentos de tu amor. Se produce otro milagro: vivir en paz y como hermanos, compartir la misma dicha, ser tus hijos muy amados. Corazones agradecidos, corazones rebosantes, Huachana es pura fiesta y la Virgen lo importante. Con tambores, con guitarras, con violines y acordeones, todo el pueblo unido aclama: ¡Viva la Virgen de Huachana!