Feliz de ti, María, hija santa de Israel;
toda la Antigua Alianza revive por tu fe.
/Queremos, hoy, honrarte
como el mismo Dios te honró
y queremos amarte como Jesús te amó./
Feliz de ti, María, Madre santa y virginal,
Dios mismo se ha prendado de tu fidelidad.
Feliz de tí, María, que creíste en el Señor;
se cumplirá en tu vida la voluntad de Dios.
Feliz de ti, María, que engendraste al Salvador;
eres aún más dichosa por tu obediencia a Dios.
Feliz de ti, María, Dios te puso por señal,
para anunciar al mundo ¬la redención total.