Madrecita de ternura,
Virgencita Lujanera,
Vos que sos la mensajera
que anunciás la salvación,
Dale tu fuerza y valor
al corazón peregrino,
vení a abrirnos el camino
Para llegar hasta Dios.
/Sos en este pueblo humilde
como la luz de sus ojos,
sos amparo sos reposo
para nuestro caminar.
No nos vamos a olvidar
cuando vivamos a oscuras
que vos sos la virgen pura
Madrecita de Luján./
Vos sos madre de los pobres
porque pobre fue tu vida
y el dolor marco una herida
en tu humilde corazón.
Al ver a tu hijo y Señor
elevado en el madero,
lo entregaste al mundo entero
para darnos salvación.
Hermosa virgen morena,
Madre del pueblo argentino,
apurá nuestro destino
de paz y liberación.
Escuchá nuestro clamor
que es un grito de confianza,
sostené nuestra esperanza,
María, Madre de Dios.