Sagrada Maria
Dios te salve, María,
Sagrada, María,
Señora de nuestro camino.
Llena eres de gracia,
llamada entre todas
para ser la Madre de Dios.
El Señor es contigo
y tú eres la sierva
dispuesta a cumplir su misión.
Y bendita tú eres,
dichosa te llaman
a ti, la escogida de Dios.
Y bendito es el fruto
que crece en tu vientre:
el Mesías del pueblo de Dios.
Al que tanto esperamos
que nazca y que sea nuestro Rey.
María he mirado hacia el cielo,
pensando entre nubes
tu rostro encontrar,
y al fin te encontré en un establo
entregando la vida a Jesús salvador.
María he querido sentirte
entre tantos milagros
que cuentan de ti,
y al fin te encontré
en mi camino,
en la misma vereda que yo.
Tenías tu cuerpo cansado,
un niño en los brazos
durmiendo en tu paz.
María, mujer que regalas
la vida sin fin.
Tú eres santa, María,
eres nuestra señora, porque
haces tan nuestro al Señor.
Eres Madre de Dios,
eres mi tierna madre
y Madre de la humanidad.
Te pedimos que ruegues
por todos nosotros
heridos por tanto pecar.
Desde hoy y hasta el día final
de este peregrinar.
María he buscado tu imagen serena,
vestida entre mantos de luz;
y al fin te encontré dolorosa
llorando de pena a los pies de una cruz.
María he querido sentirte...
Dios te salve, María sagrada,
María, Señora de nuestro camino.