Sabes de mi poca fe Que el miedo amaga con crecer. ¿Hasta cuándo Señor? ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo Señor? ¿Hasta cuándo? Mis enemigos de mi se ríen Piensan: su Dios lo abandonó. ¿Hasta cuándo Señor? ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo Señor? ¿Hasta cuándo? Como la viuda que queda sin pan, como tu pueblo en tierra lejana, como tus doce en la tempestad, como el profeta que piensa dejar. Como mi hermano que sufre injusticias como el salmista que se hecha a llorar como los tantos que son perseguidos yo te pregunto, ¡te quiero gritar! ¿Hasta cuándo Señor? ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo Señor? ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo Señor? ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo Señor? ¿Hasta cuándo? Tú por quien todo, todo fue hecho. Tú que liberaste a tu pueblo esclavo Tú que diste comer en desierto Tú, resucitaste de entre los muertos. No, no te escondas, No, no te duermas No, no te calles, Ven pronto, ven pronto, ven pronto