Una voz grita en el llano
abran camino al Señor,
que rellenen las quebradas
y rebajen los cerros.
La flor se
marchita,
se seca el
cardón
convertite
hermano
que llega el
Señor.
Enderecen las picadas,
los valles allánenlos
porque ya llega la gloria,
ya está viniendo el Señor.
Subí, mensajero, al cerro,
gritá con toda tu voz:
“salgan con gozo a su encuentro,
está llegando el Señor”.