Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
ti, celestial princesa,
Virgen Sagrada María,
yo te ofrezco en este día
alma vida y corazón.
Mírame con compasión,
no me dejes Madre mía,
morir sin tu bendición sería mi perdición.
Por eso hoy quiero cantarte mi niña,
mi niña linda;
por eso yo a ti te canto con todo mi corazón.
/Hoy todo mi ser lo pongo a tus pies,
por Ti llegaré a Jesús contemplar.
Oh, Virgen Santa, te vengo a pedir
que Vos nunca me dejés./