Cristo De Palacaguina

Por el cerro de la iguana montaña adentro de la Segovia se oyó un resplandor extraño como una aurora de media noche, los maizales se prendieron, los quiebraplata se estremecieron, llovió luz por Moyogalpa, por Telpaneca y por Chichigalpa. CRISTO YA NACIÓ EN PALACAGÜINA DE CHEPE PAVÓN Y UNA TAL MARÍ. ELLA VA PLANCHAR, MUY HUMILDEMENTE ROPA QUE GOZA MUJER HERMOSA DEL TERRATENIENTE. Las gentes para mirarlo se rejuntaron en un molote. El indio Joaquín le trajo quesillo en trenza de Nagarote. En vez de oro incienso y mirra le regalaron, según yo supe, cajetitas de Diriomo y hasta buñuelos de Guadalupe. José, pobre jornalero, se mecateya todito el día, lo tiene con reumatismo el tedio de la carpintería. María sueña que el hijo igual que el tata sea carpintero, pero el chavalillo piensa: “mañana quiero ser guerrillero”. La ropa que goza mujer ociosa del terrateniente.