Dale Que Somos La Sal Anunciemos A Jesus
Dale que somos la sal,
Dale que somos la luz,
dale que juntos anunciamos a Jesús.
Con los brazos bien abiertos y elevados hacia Dios,
con las palmas, con el cuerpo, alabemos al Señor.
Nuestras vidas renovadas por amor de Dios serán
las guitarras afinadas que Dios mismo pulsará.
Con María caminamos por la senda del amor
y a los hombres anunciamos que Jesús es el Señor.