De gozo se llenó mi corazón cuando escuché
una voz: «¡Iremos a la casa del Señor!»
1. Tus caminos surcaron nuestros pies,
llegándonos a ti, Jerusalén.
2. Fortísima ciudad, Jerusalén,
llegan a ti las tribus de Yavé.
3. Para hermanos y amigos pediré,
que disfruten de paz, Jerusalén.