Son diez leyes las que has dado, oh Señor diez pequeños mandatos que nos ponen en crisis. Si me transformas en ídolo conviertes el amor solo en miedo, no pronuncies nunca mi nombre solamente como insulto a tu hermano. Si no te concedes descanso no respetaras el trabajo, no hagas a un lado a tus padres pues sus mentes por siempre dan fruto. Son diez leyes las que has dado, oh Señor diez pequeños mandatos que nos ponen en crisis. Nunca des muerte a tu prójimo ni debes degradar el amor. Muestra siempre limpias tus manos y consigue ser honesto en tu vida. No envidiando de los hermanos aquello que tu no consigues, no cortejando otra esposa cuando sabes que su amor es de otro.