Dios Me Dio A Mi Hermano

Lam Lam Dios me dio a mi hermano Lam para que mi amor le diera, Lam y que mi vida le brinde, si su dolor lo pidiera. Rem Esta es la única seña que nos dejó el Señor, Lam                                         Lam para que así el mundo sepa si somos o no de Dios. Quien ame a sus hermanos, que coma de este pan; que beba de esta copa, quien sirva a los demás; que venga a nuestra mesa a brindar su amistad. Amar a fondo al amigo, es dar la vida por él, Cristo murió por nosotros, es el amigo más fiel. Esta es la única ley que nos dejó en su Evangelio: “Amense unos a otros así como los amé”. “Yo soy Maestro y Señor”, dijo Jesús en la Cena, “y sin embargo, estoy como el que sirve a la mesa”. Esta es la única senda que yo les puedo enseñar; el que pretenda seguirla, empiece a ser servicial. Este es el pan compartido este es el cáliz brindado, este es el Cuerpo entregado, esta es la Sangre vertida. Esta es la única Misa que celebró el Señor: no hay que guardar la vida, hay que darla en comunión.