Dios Me Dio A Mi Hermano
Lam
Lam
Dios me dio a mi hermano
Lam
para que mi amor le diera,
Lam
y que mi vida le brinde,
si su dolor lo pidiera.
Rem
Esta es la única seña
que nos dejó el Señor,
Lam Lam
para que así el mundo sepa
si somos o no de Dios.
Quien ame a
sus hermanos,
que coma de
este pan;
que beba de
esta copa,
quien sirva a
los demás;
que venga a
nuestra mesa
a brindar su
amistad.
Amar a fondo al amigo,
es dar la vida por él,
Cristo murió por nosotros,
es el amigo más fiel.
Esta es la única ley
que nos dejó en su Evangelio:
“Amense unos a otros
así como los amé”.
“Yo soy Maestro y Señor”,
dijo Jesús en la Cena,
“y sin embargo, estoy
como el que sirve a la mesa”.
Esta es la única senda
que yo les puedo enseñar;
el que pretenda seguirla,
empiece a ser servicial.
Este es el pan compartido
este es el cáliz brindado,
este es el Cuerpo entregado,
esta es la Sangre vertida.
Esta es la única Misa
que celebró el Señor:
no hay que guardar la vida,
hay que darla en comunión.