EN JESÚS PUSE TODA ESPERANZA
ÉL SE INCLINÓ HACIA MÍ,
Y ESCUCHÓ CLAMOR,
Y ESCUCHÓ CLAMOR.
Me saco de la fosa fatal,
del fango cenagoso,
asentó mis pies sobre la roca,
mis pasos consolidó.
Puso en mi boca un canto nuevo,
una alabanza a nuestro Dios,
muchos verán y creerán,
y en Jesús condiarán.