Señor, son tus ojos dos gotas de espuma
Tus manos llagadas brindan amor
Y es tu palabra la fuente de vida
Que alumbra las almas que van a vos.
Escuchame Dios, yo quiero llegar
Hasta el horizonte donde haya paz.
Yo quiero servir hasta morir,
los hermanos que veo en ti.
Tu corazón llora el pecado del hombre,
Invoca tu nombre la redención
Y con el sol las tinieblas se alejan,
Y arrepentido yo vuelvo a vos.
Se lo dedico a toda la comunidad del Santuario Jesús Misericordioso, Nito