Hay una fiesta, fiesta, fiesta,
continuamente en mí
continuamente en mí.
Hay una fiesta, fiesta, fiesta,
desde que a Cristo yo conocí.
Este es el Cristo que yo predico
y no me canso de predicar.
Y yo lo alabaré,
Y yo lo alabaré,
Y yo lo alabaré,
diciendo ¡Gloria a Dios!
Y yo lo alabaré,
Y yo lo alabaré,
Y yo lo alabaré,
de todo corazón.