Salmo 23 Zamba

El Señor es mi pastor nada me puede faltar nada me puede falta-ar. El Señor es mi pastor que no me priva de nada en las praderas fresquitas de pasto verde me sacia y me lleva a los arroyos donde el agüita es más clara. Como una cuestión de honor se preocupa de mi vida, me lleva por buena senda y me asiste en las fatigas, y yendo con Él no temo las quebradas más ariscas. Saber que Él marca mi rumbo me sosiega y tranquiliza Él me brinda su confianza hasta entre gente enemiga, me hace sentar a su mesa y en su copa me convida. Qué lindo saber que tengo su cariño y su alegría, que siempre vendrán conmigo a lo largo de la vida y un día será mi casa la casa donde Él habita.