La viña del Señor es su pueblo.
Tú sacaste de Egipto una vid,
Expulsaste a los paganos y la plantaste;
Extendió sus sarmientos hasta el mar
Y sus retoños hasta el río.
¿Porque has derribado su cerco
Para que puedan saquearla quienes pasan?
Jabalíes del bosque la devastan
Y la comen los animales del campo.
Vuélvete, Señor de los ejércitos,
Observa desde el cielo y mira:
Ven a visitar la vid que plantaste,
El retoño que hiciste vigoroso.
Nunca nos apartaremos de ti:
Danos vida invocaremos tu nombre.
¡Restáuranos señor de los ejércitos
Que brille tu rostro y seremos salvados!