Lam
Llora el trigal en el campo
por sus tronchadas cabezas,
/cuando el campesino canta
el gozo de la cosecha./
Llora la vid su racimo
cuando el trapiche lo traga
/para convertir en vino
la riqueza de su savia./
Y
las mesas de los hombres
Dom
se alegran de pan y vino,
/con las
espigas molidas
y los granos
exprimidos./
Por eso, Dios, esta noche,
pobre semilla en el surco,
/como el trigal y las viñas
llora su destino oscuro./
Triturada por desprecios
será alimento su carne,
/exigida por la espada
será alegría su sangre./
Y sabrá el
hombre de nuevo,
aunque resulte
muy duro,
/que debe
morir el grano
si pretende
ser fecundo./