Lam
/Si
vienes conmigo
Rem
y
alientas mi fe,
si
estás a mi lado,
¿a
quién temeré?/
Lam
nada tengo miedo,
a nadie he de temer,
Señor, si me protegen
tu amor y tu poder.
Lam
Me llevas de la mano,
me ofreces todo bien;
Señor, Tú me levantas
si vuelvo a caer.
¡Qué largo mi camino!
¡Qué hondo mi dolor!
Ni un árbol me da sombra,
ni escucho una canción.
¿Será que a nadie puedo
mirar ni sonreir?
Señor, Tú sólo quedas,
Tú sólo junto a mí.
En cosas que se mueren
yo puse el corazón.
Fue tierra mi tesoro,
fue vana mi ilusión.
En cosas que se mueren
me voy muriendo yo.
Tú sólo vives siempre,
Tú sólo, mi Señor.