Lam
Rem
Ven
sígueme, deja todo y sígueme.
Lam
Oye
la voz y el desafío del amor.
Rem
Con alegría
cantará el pueblo de Dios
que
vale la pena ser testigo del Señor,
que
vale la pena ser testigo del Señor.
Lam
Es mucha la cosecha,
mucho el grano por sembrar,
son pocos nuestros brazos
Rem
y tan pobres para arar,
Lam
pon tu mano firme en el arado
Lam
marcha alegre sin mirar atrás y ven.
El grano que se entierra
fruto bueno debe dar,
no tiene miedo al surco,
un buen día brotará,
muere que la muerte engendra vida,
muere que tu trigo será pan y ven.