Padre que nos creaste, que nos hiciste hombre y mujer, venimos hasta tu casa a consagrarte nuestro querer, venimos hasta tu casa a consagrarte nuestro querer. Un día nos conocimos y fue muy lindo para los dos: sentimos las manos llenas, llenos los ojos, llena la voz. sentimos las manos llenas, llenos los ojos, llena la voz. Que todos los que nos vean, vean un poco a nuestro Dios; que todos los que nos quieran, quieran al Padre de nuestro amor. Venimos para contarte que nuestro árbol ya floreció; sus ramas sueñan con frutos y necesitan de tu calor, sus ramas sueñan con frutos y necesitan de tu calor. Queremos quedarnos juntos y, estando juntos, estar en Vos, fecundos de hijos y amigos, Iglesia, barrio, pueblo y creación, fecundos de hijos y amigos, Iglesia, barrio, pueblo y creación.