Cada vez que nos juntamos
siempre vuelve a suceder,
Lo que le pasó a María
y a su prima la Isabel.
Ni bien se reconocieron
se abrazaron y su fe
se hizo canto y profecía,
casi, casi un chamamé.
Y es que Dios es Dios familia,
Dios Amor, Dios-Trinidad.
De tal palo, tal astilla
somos su comunidad.
Nuestro Dios es Padre y Madre,
causa de nuestra hermandad,
por eso es lindo encontrarse,
compartir y festejar.
Cada vez que nos juntamos
siempre vuelve a suceder
Lo que dice la promesa
de Jesús de Nazareth:
"Donde dos o más se junten
en mi nombre y para bien
yo estaré personalmente
con ustedes, yo estaré".
Cada vez que nos juntamos
siempre vuelve a suceder
Lo que le pasó a la gente
reunida en Pentecostés.
Con el Espíritu Santo
viviendo la misma fe,
Se alegraban compartiendo,
lo que Dios les hizo ver.