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Beatos Antonio Martín Hernández y Agustín García Calvo, religiosos mártires

10 de diciembre

Antonio Martin Hernandez nació en Calzada de Béjar, Salamanca (España), el 18 de julio de 1885, en el seno de una familia cristiana. Atraído por la vocación pedagógica, realizó estudios como maestro en Salamanca, donde tuvo ocasión de conocer a los salesianos, y pedir su ingreso a la Congregación. Fue ordenado sacerdote en 1919, e inició su camino salesiano en Alicante, aunque también pasó por Madrid y Barcelona como maestro de novicios; finalmente estuvo destinado como director de colegio en Valencia. En todos los casos dejó la impronta de un hombre entusiasta, transformando los institutos en escuelas alegres y atrayentes. Pedagogo equilibrado y trabajador incansable, supo ganarse siempre la confianza de sus alumnos. Fue martirizado en Paterna, España, el 10 dicembre de 1936.

Agustin Garcia Calvo nació en Santander, España, el 3 de febrero de 1905, e hizo sus primeros estudios con los salesianos de su ciudad. Estuvo en Alicante como aspirante, y decidió ingresar como salesiano coadjutor, haciendo su noviciado en Sarria (Barcelona), y su profesión religiosa en agosto de 1923. La casa de Valencia fue su principal campo de actividad. Era un hombre simple, trabajador y sacrificado. Escribió varias obras de teatro para los ex-alumnos. Fue testigo de la muerte del inspector beato José Calasanz, y fue él mismo martirizado en Paterna, España, el 10 dicembre de 1936.