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San Dacio de Milán, obispo

14 de enero

San Dacio vivió en tiempos muy agitados. Durante la mayor parte de su episcopado, que duró por lo menos de 530 a 552, tuvo que defender constantemente los intereses temporales y espirituales de su Iglesia. Para salvar a la ciudad de Milán de los godos, se alió con Belisario, quien desgraciadamente no pudo enviarle refuerzos antes de que la ciudad fuese atacada y saqueada. Es posible que Dacio haya sido hecho prisionero y libertado después, gracias a la influencia de su amigo Casiodoro. Expulsado de Milán, el obispo se refugió en Constantinopla, donde, el año 545 apoyó valientemente al Papa Vigilio contra Justiniano, en la controversia sobre los «Tres Capítulos». Parece que Dacio murió en 552, en Constantinopla, de donde sus restos fueron trasladados más tarde a Milán, su ciudad episcopal.

San Gregorio el Grande cuenta en sus «Diálogos», la curiosa historia de una casa en la que el diablo acostumbraba aterrorizar a los ocupantes, imitando discordantes y horribles rugidos de fieras. San Dacio entró sin temor en la casa, puso en fuga al demonio y restauró la paz.

Ver Acta Sanctorum, 14 de enero; DCB., vol. I p. 789; y L. Duchesne, L´Eglise au IVéme siecle, pp. 197-199.

Nota de ETF: aunque la «Controversia de los tres capítulos» corresponde más a la historia de la Iglesia que a una hagiografía, puesto que se la nombra en la noticia del Martirologio, conviene tenerla presente: el emperador Justiniano era proclive a intervenir hasta en los menores detalles de la vida de la Iglesia, así que con ocasión de la herejía nestoriana produjo un edicto condenando una serie de autores y tesis, que en realidad habían sido ya condenados por el Concilio de Calcedonia. Casi todos los Patriarcas orientales firmaron el edicto imperial, pero el Papa Vigilio lo rechazó porque -se argumentaba- de alguna manera restaba autoridad al Concilio de Calcedonia, que ya los había condenado. Fue en realidad una pulseada más entre el César y la Iglesia, pero que llevó a muchos participantes a la toma de posiciones extremas y abrió el camino de un cisma precedente al actual con las iglesias de Oriente. En cualquier libro de historia de la Iglesia puede leerse con más detalle, aquí un resumen de la Enciclopedia Rialp.