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Santos Mártires del Ponto, mártires

5 de febrero

Esta celebración no aparece en los martirologios antiguos, sino que es introducida por el Cardenal Baronio en su redacción del Martirologio Romano. La novedad, sin embargo, es pertinente, ya que hace justicia a innumerables mártires que, aunque desconocemos sus nombres, edades, en fin, los datos que los individualizan, sabemos que padecieron por el nombre de Cristo tormentos inenarrables, que están apenas referidos en la Historia Eclesiástica de Eusebio de Cesarea. Dice allí el historiador:

«Otros, por su parte, sufrieron en el Ponto tormentos que, con sólo oírlos, hacen estremecer. A unos Ies traspasaron los dedos con cañas puntiagudas, clavadas por la punta de las uñas; a otros, después de fundir plomo al fuego, hirviendo y candente como estaba, se lo vertían sobre las espaldas y les abrasaban las partes más necesarias del cuerpo; y otros sufrieron en sus miembros secretos y en sus entrañas tormentos vergonzosos, implacables e imposibles de expresar con palabras, tormentos que aquellos nobles y legítimos jueces imaginaban con el mayor celo, mostrando su crueldad como un alarde de sabiduría y tratando a porfía de superarse los unos a los otros en la invención de suplicios, siempre más nuevos, como en un certamen con premios.»

Aunque sus nombres se nos hayan perdido, es justo rendir este pequeño homenaje en una memoria colectiva, un día del año que el Card. Baronio eligió, como en tantos otros casos, de manera arbitraria.

El elogio redactado por Baronio ha pasado sin cambios al Nuevo Martirologio Romano. La referencia de Eusebio es Historia Eclesiástica, libro VIII, 12,6-7. Los bolandistas citan este mismo pasaje al tratar la fecha, pero con un número de capítulo distinto, que debe obedecer, seguramente, a una recensión distinta del texto; citan también a Rufino, comentando a Eusebio, pero no he verificado la cita. Ver Acta Sanctorum, febrero, I, 658. La versión de Eusebio citada es la de Argimiro Velasco-Delgado, BAC, 2008 (reimpr).