santos

Santos Mígdono, Eugenio, Máximo, Domna, Mardonio, Esmaragdo e Hilario, mártires

12 de marzo

A la gesta del mártir san Evencio le siguió en Nicomedia un verdadero baño de sangre cristiana. En el mismo día de hoy celebramos tres mártires -Pedro, Gorgonio y Doroteo- que estaban al servicio del propio emperador, y que éste hizo atormentar y matar en cuanto lo supo. Pero Eusebio de Cesárea, que es quien nos cuenta acerca de esos tres, nos habla de verdaderas muchedumbres de cristianos muertos con los más diversos y crueles métodos, cuyos cuerpos eran arrojados en el mar (incluso desenterrados, si habían sido inhumados, y arrojados al mar), para evitar que los demás cristianos los "adorasen como dioses" (es decir, los venerasen).

De la mayoría de estos mártires no nos han llegado los nombres, o si ha llegado alguno lo ha sido como cabeza de un grupo numeroso y anónimo. En el caso de los de hoy, aparecen, con muchas variantes, representados en el Martirologio Hyeronimianum (uno de los más importantes de los martirologios históricos, del siglo VI), y desde allí en los más difundidos martirologios de Occidente, así como en los menaios (calendarios de santos) griegos. Lamentablemente, la inscripción sólo registra los nombres, pero no la situación de estos martirios, que los suponemos en concordancia con los mencionados de la gran persecución del año 303.

El martirologio actual ha optado por tomar de las listas los nombres más seguros, es decir, mejor representados, aun sabiendo de que en realidad, cada vez que celebramos a uno de estos campeones de la fe, estamos celebrando a muchos más cuya individualidad no ha llegado a nosotros.

Las listas y sus variantes, en Acta sanctorum, marzo II, pág. 105 (del día XII, ed. 1865), que los trata conjuntamente con Pedro, Doroteo y Gorgonio. Los textos de Eusebio, en Historia Eclesiástica, VIII, 6ss. No he conseguido saber de dónde proviene la notica del martirologio de que fueron arrojados al mar en días sucesivos, ya que no he encontrado ese detalle en la bibliografía consultada; Lactancio (La muerte de los perseguidores, 15) habla de que eran arrojados al mar con una piedra atada, pero no menciona días sucesivos.