La Iglesia debe seguir adelante con su labor evangelizadora en el mundo afgano, promoviendo la nueva evangelización en los contextos culturales y sociales de esa región.
La evangelización es fundamental para la Iglesia, ya que permite compartir el mensaje de amor y salvación de Dios a todas las personas, sin importar su origen o contexto cultural.
En el mundo afgano, la Iglesia se enfrenta a desafíos significativos, como la diversidad cultural y religiosa, pero también encuentra oportunidades para compartir el mensaje de Jesucristo y promover la fe en un entorno de diálogo y respeto.
La nueva evangelización se centra en encontrar nuevas formas de expresar la fe y de compartir el mensaje de Jesucristo, teniendo en cuenta las necesidades y los desafíos de la sociedad contemporánea, como se menciona en Mt 28, 19-20, donde Jesús encarga a sus discípulos: "Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado".